domingo, 30 de junio de 2013

Los Rios y Lagos

Ríos y Lagos

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Vida de un río

Ríos y lagos normalmente están conectados con los océanos; los ríos nacen en las montañas y a través de sus cauces transportan las aguas de los continentes hacia el mar; a su vez, la evaporación en los océanos nutre de agua a los continentes. Los ríos son cursos de aguas corrientes que pueden fluir en forma permanente o esporádica de acuerdo a las lluvias, derretimiento de hielo y nieve o por aporte de agua subterránea. Los ríos son de vital importancia para la población ya que ellos proveen del agua que se ocupa en las actividades domésticas, agrícolas, energéticas, industriales, entre otras. Por esta razón el mantener las aguas limpias y no desperdiciarlas es un deber de todos los habitantes del mundo.

Usos del Agua

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Las aguas de un río principal y sus afluentes conforman una cuenca hidrográfica; éstas, dependiendo del relieve, pueden ser de diversas formas y extensiones. Ellas incluyen en algunas oportunidades lagos de diversos tamaños y características. Los lagos son cuerpos de agua que tienen afluentes por donde se alimentan y efluentes por donde evacúan sus aguas. Existen cuerpos de agua que tienen afluentes, pero no efluentes; se encuentran en áreas rodeadas por cerros que no les permiten una salida y sólo evacuan sus aguas por evaporación. Al igual que los ríos, los lagos también conforman zonas de recreación donde se pueden realizar deportes acuáticos, tales como balsa, kayak, remo y velerismo. También los lagos son una importante vía de transporte. En América del Sur se encuentra la cuenca hidrográfica más grande del mundo, la del Amazonas que tiene 7.180.000 km2, y que también es el río más caudaloso. Otras cuencas mayores de América son el Orinoco y el Paraná-Paraguay. Ríos y lagos son los únicos que contienen agua dulce en el planeta, además de aguas subterráneas, hielos continentales y algo en la atmósfera. Sin embargo, esta agua dulce representa menos del 3% del planeta, ya que la mayoría de ella se encuentra en los mares y océanos (agua salada). El agua dulce de los continentes se nutre a través del ciclo hidrológico.

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Valles y Llanuras



Las llanuras:
Las llanuras son grandes extensiones de terreno plano, con algunas elevaciones suaves. Entre unos lugares y otros no hay grandes diferencias de alturas.

Las pequeñas elevaciones que aparecen pueden ser colinas, lomas u oteros.
A lo largo de un paisaje de llanura podemos encontrar mesetas y depresiones.
La meseta es una llanura con cierta altitud con respecto al nivel del mar. En ella abundan los pastos y escasean los árboles.
Una depresión es una llanura rodeada de zonas más altas cuya altura está por debajo del nivel del mar. Suele estar rodeada de montañas. En las depresiones abundan las praderas y existe una gran variedad de árboles.

Los valles:
Un valle es una parte baja y llana del terreno, situado entre montañas. Es una depresión de forma alargada, con menos altitud que las tierras vecinas que lo rodean.

Los valles están situados entre montañas, por lo tanto, el acceso a ellos es difícil. Los valles se comunican por unos pasos llamados puertos de montaña.
Los valles es frecuente encontrar ríos y arroyos que bajan de las montañas. Proporcionan al paisaje el agua necesaria para que encontremos en éste abundante vegetación y tierras fértiles para el cultivo.
Cuando las montañas son jóvenes, los ríos que las recorren forman profundos valles en forma de v. Si el valle tiene forma de u, es que proviene de un antiguo glaciar.

Mares y oceanos


Mares y océanos de la Tierra

La masa de las aguas que cubren las depresiones de la corteza terrestre forma mares y océanos, que ocupan siete de cada diez partes de la superficie del planeta. Junto con los rios y lagos forma lo que llamamos hidrosfera.

El océano se suele dividir en Atlántico, Pacífico e ïndico, como grandes unidades, relacionadas entre si mediante los océanos o mares polares Ártico y Antártico. A su vez, hay zonas delimitadas de cada océaco, cercanas a los continentes o incluso interiores, que forman los mares regionales.

Las aguas oceánicas

Desde que se formaron, hace casi 4.000 millones de años, los océanos contienen la mayor parte del agua líquida de la Tierra. Su funcionamiento determina el clima y permite explicar la diversidad de vida que hay en nuestro planeta

Llamamos océanos a las grandes masas de agua que separan los continentes.

Dentro de los océanos se llama mares a algunas zonas cercanas a las costas, situados casi siempre sobre la plataforma continental, con profundidades pequeñas, que por razones históricas o culturales tienen nombre propio.

En los océanos hay una capa superficial de agua templada (12º a 30ºC), que llega hasta una profundidad variable según las zonas, de entre unas decenas y 400 o 500 metros.

Por debajo de esta capa el agua está fría con temperaturas de entre 5º y -1ºC. Se llama termoclina al límite entre las dos capas. El agua está más cálida en las zonas ecuatoriales y tropicales y más fría cerca de los polos y, en las zonas templadas. Y, también, más cálida en verano y más fría en invierno.

El Mar Mediterráneo (y otros mares interiores) es una excepción a la distribución normal de temperaturas, ya que sus aguas profundas se encuentran a unos 13ºC. La causa hay que buscarla en que está casi aislado al comunicar con el Atlántico sólo por el estrecho de Gibraltar y, por esto, se acaba calentando toda la masa de agua.

Océanos

El Océano Pacífico es el mayor del planeta y se extiende desde las costas orientales de Asia hasta las occidentales de América. Su relieve marino se caracteriza por una gran llanura abisal en su parte central y la dorsal oceánica que discurre frente a las costas de América u que gira ante la Antártida para llegar a Australia.

El Océano Atlántico se extiende desde Europa y África en su ribera oriental, hasta América por la occidental. La característica más relevante de su relieve submarino es la enorme dorsal Atlántica, que lo recorre desde Islandia hasta cerca de la Antártida.

El Océano Índico se extiende entre las costas orientales de África, el sur de Asia, Australia y la Antártida. Es el más cálido y también el que tiene mayor salinidad. Su fondo se caracteriza por una dorsal central que desciende desde la Península Arábiga y se bifurca en dos en su punto medio, una rama que se dirige a Sudáfrica y la otra hacia Australia.

El Océano Ártico es especial. Algunas clasificaciones lo consideran, símplemente, como un ensanchamiento por el norte del océano Atlántico, aunque también se halla en contácto con el Pacífico a través del Estrecho de Behring. Durante todo el año un extenso casquete de hielo protege al Océano Ártico de las influencias atmosféricas y de esta manera estabiliza la estratificación de las masas de agua.

Gigantes milenarios...


Las montañas son una de las obras maestras más impresionantes de la geomorfología y estas son una parte fundamental en la dinámica terrestre. Siempre sorprendentes, pueden ser pequeñas o majestuosamente gigantescas y siempre condicionan la biodiversidad y el ambiente de nuestro planeta en varios aspectos.

Pero ¿te has preguntado alguna vez: qué es lo que las origina? ¿Cómo se forman las montañas

¿Qué son las montañas?

Antes de explicar el proceso de formación de las montañas vamos a definirlas. Entendemos por montaña a toda elevación natural del suelo superior a los 700 metros de su base, las cuales suelen agruparse en sierras o cordilleras.

Algunas de las montañas más importantes del mundo, son el Monte Everest (en China y Nepal), el K2 en (Pakistán y también en China), el Kachenjunga (entre la India y Nepal) el Himalaya y el Aconcagua (en Argentina.) Ellas son de las más emblemáticas debido a sus elevadas alturas, pero existen en diferentes tamaños.
Las montañas cubren el 27% del total de la superficie de la Tierra, y es en donde el 10% de la población del mundo habita. Desde allí nacen los ríos más grandes e importantes de nuestro planeta, siendo parte fundamental de las redes fluviales y de hecho, el 80% del agua fresca del mundo viene de ellas.
En porcentajes, las montañas cubren:
  • 58% de toda América.
  • 53% de Asia (todas mayores a los 7000 mts. de altura)
  • 25% de Europa.
  • 17% de Oceanía.
  • 3% de África.
A lo largo de la historia, la humanidad se ha valido de las montañas de diversas formas y por ejemplo, se utilizaron como punto estratégico en 23 de los conflictos armados más significativos de la historia.
Todos estos datos son muy interesantes ¿verdad? Pero ¿de dónde salen las montañas?

¿Cómo se forman las montañas?

Las montañas se forman por dos grandes factores tanto de orden endógeno como exógeno. Es decir que el génesis de las montañas ocurre por razones internas (por las alteraciones de la capa terrestre y los movimientos en las placas tectónicas) y también externas (en las que tiene que ver el medio, el clima y muchas otras cosas más.) Todo esto opera de la siguiente manera.
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la formación de montañas como resultado de factores endógenos se le conoce como orogénesis. Es el proceso a través del cual por medio de movimientos en las placas tectónicas en las que estas se repliegan o se enrollan, ocurren alteraciones en la corteza terrestre y se da lugar a las elevaciones que llamamos montañas.

¿Qué tipos de montañas existen?

Los geólogos clasifican de diferentes maneras a las montañas de acuerdo a la forma en la que la orogénesis ocurrió o a su altura. Los tipos de montañas son:
De acuerdo a su origen:
  • Plegadas
  • De fallas
  • De cúpula
  • Volcánicas
  • De meseta
De acuerdo a su altura:
  • Colinas
  • Montañas medianas
  • Montañas altas
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Estas pueden agruparse y formar cordilleras, como es el caso de la Cordillera de los Ándes en América del Sur o en grupos macizos (macizo), donde forman una gran masa circular compactada, como en el caso del Mont Blanc de los Alpes de Europa.
Si quieres que te quede un poco más claro, échale un vistazo a este breve vídeo documental sobre la formación de las cordilleras en el que si bien no se explica cómo se forma una montaña, nos puede resultar muy útil en cuestión.